Estamos acostumbrados a leer que el 50% de la empresas fracasan el primer año de su creación y entonces parece que nos preparamos para ello, creyendo que si al final del año no tenemos números azules o positivos, hacemos parte de la estadística negativa y no tenemos otra alternativa que cerrar las puertas; pero poco se dice del otro 50% que pasa el año, ¿Que hicieron? ¿Como lo hicieron? ¿Cuáles fueron sus verdaderos resultados?.
El primer caso lo tocaré en otro momento, simplemente por que creo sinceramente que ellos no fracasaron, solo se rindieron que no es lo mismo; vamos a hablar de los que no se rindieron, de los que siguieron haciendo la tarea a pesar de las circunstancias.
Pero de las que pasan el año ¿Cuales han tenido éxito? El éxito cuantificable ha sido siempre la medida para determinar si lo que hacemos está bien o mal, logicamente por que al tratarse de números suponen una respuesta exacta, pero en mi opinión, esa lógica no es tan cierta, y es que esa medida de éxito se debe revisar en varios aspectos: el corto plazo o el mediano – largo plazo y la temporalidad o permanencia.
Tener resultados a corto plazo y de una forma temporal puede ser producto de una gestión express para mostrar capacidad aparente y poniendo en riesgo el valor real y futuro de la empresa, es una acción propia de los gerentes sin visión y con muchas ganas de figurar en las cifras, estos resultados no son sostenibles porque no tienen una estructura de base que los soporta y no hay identificación y corrección de procesos y/o actividades equivocadas o inoficiosas en cada una de las áreas de la organización, no se trabaja de forma sincronizada en la consecución de los objetivos, cada área de la empresa opera de manera independiente, son constantes los reprocesos por falta de atención, supervisión o baja cualificación del personal, en resumen son empresas que logran pasar el año e incluso mostrar cifras positivas, pero van a la deriva y esperando que no haya ningún movimiento en los mercados que afecte su status quo, aunque al final del año sean consideradas por sus cifras un caso de éxito.
Por otro lado están las que llevan uno o varios años en números rojos o negativos, preparando terreno para obtener resultados a mediano y largo plazo buscando garantizar la permanencia de los mismos, porque trabajan en la construcción de su estructura, que es la que a fin de cuentas le dará mayor valor real, es su mayor activo. Estas empresas muchas veces funcionan bajo la lupa de los bancos, accionistas y proveedores que las ven como poco rentables y las presionan por la obtención de cifras positivas, ya que la construcción de la estructura no es perceptible ni visible para quienes no estan dia a dia en la organización, estos gerentes son visionarios, han pasado por un largo proceso de descubrimiento e incluso de adaptación a las nuevas exigencias del mercado, excavan buscando tierra firme, sustrato sólido donde cimentar sus organizaciones, practican el ensayo y error y buscan constantemente ampliar sus ventajas competitivas y no solo las comparativas, para ellos el éxito no se mide tanto en cifras financieras como si en pequeños logros.
Las reflexiones que surgen son:
Tu emprendedor o empresario emprendedor
¿Cuál de las dos empresas aporta realmente a la transformación empresarial y social?
¿Cuál consideras que es un caso de éxito?
¿A cual quieres pertenecer?
Uberlis Blanco Gerente Vití